Desde que
somos pequeños nos han enseñado a hacer y ver las cosas de un modo determinado.
El entorno familiar, la escuela o los medios de comunicación han educado y “adiestrado”
nuestra visión en base a unos moldes y parámetros socialmente aceptados y
establecidos.
La mente realmente creativa
rompe estos moldes y aprende a mirar desde una perspectiva diferente. Aprende a
mirar las cosas y no solo a verlas, es decir, es capaz de ir más allá. Para
adquirir nuevas visiones de la realidad debemos “deseducar”, en parte, nuestros
sentidos.
Un clarísimo ejemplo de esto
sería el Dadaismo. Marcel Duchamp fue capaz de ver más allá y donde todo el
mundo veía un inodoro, él veía una escultura, veía arte.
Antoine de Saint – Exupéry en El Principito escribía lo siguiente:
Mi dibujo número 1 era
de esta manera:
Enseñé mi obra de arte
a las personas mayores y les pregunté si mi dibujo les daba miedo.
— ¿Por qué habría de
asustar un sombrero?— me respondieron.
Mi dibujo no
representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digiere un
elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las
personas mayores pudieran comprender. Siempre necesitan explicaciones. Mi
dibujo número 2 era así:
Las personas mayores me
aconsejaron abandonar el dibujo de serpientes boas, ya fueran abiertas o
cerradas, y poner más interés en la geografía, la historia, el cálculo y la
gramática. De esta manera a la edad de seis años abandoné una magnífica carrera
de pintor. Había quedado desilusionado por el fracaso de mis dibujos número 1 y
número 2. Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es
muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.
Un blog en el
que se observa lo de siempre de una manera diferente podría suponer un primer
paso hacia el éxito: hacia un blog único y original. Se abordarían los temas que
aborda todo el mundo desde un punto de vista completamente diferente, y eso
atrae lectores. A la gente le gusta la originalidad y que se le dé una vuelta a
las cosas.
Por esta razón debemos olvidar todo lo aprendido, empezar desde cero y cambiarnos las gafas para dejar de ver y empezar a mirar.
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